Brafim | Embalaje industrial

Contar con este equipo de ingenieros nos permite realizar una venta consultiva, en contacto directo con el responsable de producción o de producto, visitando si hace falta la planta del cliente y ayudar a detectar las ineficacias relacionadas con el embalaje.

Gracias a esta visión global, el diagnóstico y las mejoras en embalaje propuestas por los ingenieros, aportamos un gran ahorro en costes de logística y roturas de producto.

Contamos con un laboratorio de medición de impactos que nos permite probar la eficacia de nuestro embalaje. De esta forma, podemos demostrar cómo nuestra propuesta protege adecuadamente el producto y garantizar la entrega en óptimas condiciones en el 99,9% de los productos de nuestros clientes.

Un laboratorio propio nos permite, también, detectar puntos débiles o oportunidades de mejora  de protección en el embalaje  utilizado por el cliente.

La gestión de la industria del embalaje precisa de muchos metros cuadrados de instalaciones, para una gestión adaptada  a las necesidades de hoy : embalaje multimaterial que requieren a su vez tecnologías diversas .

Disponer de 5.000 m2 de instalaciones nos permite dar una respuesta rápida a nuestros clientes, tanto por el almacenaje de la materia prima necesaria, como para la gestión eficaz del manipulado.

Colaboramos en reducir la huella de carbono de nuestros clientes creando embalajes optimizados de menor tamaño que disminuyen el impacto medioambiental y reducen el espacio necesario para su almacenaje, facilitan las operaciones de picking y optimizan el espacio de carga en el transporte.

Diseñamos embalajes que protegen el producto y evitan las incidencias. Lo más contaminante y poco sostenible en la gestión del embalaje y protección es que un producto llegue roto. Por eso trabajamos en crear embalajes a medida que funcionen y reduzcan notablemente las roturas de nuestros clientes.

La sostenibilidad está en el ADN de Brafim desde su fundación, obteniendo reconocimientos como empresa sostenible y comprometida con la mejora medioambiental desde 1993.

En 1968, Enric Fiestas, fundó la primera planta de poliestireno expandido en España: Porex Hispania S.A, que dió nombre al conocido porexpan. Como director de fábrica, se ocupó de traer a España la tecnología que se utilizaba en países como Suecia, Francia y Alemania, poniendo en marcha más de 20 plantas productivas en España.

En 1985 inició Brafim, un proyecto personal del fundador que junto a sus hijos creó una planta de reciclado del porexpan, donde encontró y explotó esta nueva oportunidad de negocio, destacando como empresa comprometida con la sostenibilidad desde sus inicios.

Durante todos estos años, hemos enfocado nuestra actividad hacia la industria y nos hemos convertido en la empresa especializada en embalaje industrial de protección que somos hoy, reconocida como una de las empresas más laureadas en los principales premios nacionales e internacionales de packaging y embalaje, tanto por el diseño como por la protección.