En Brafim, nos hemos destacado a lo largo de los años por nuestro enfoque en la innovación y el respeto por el medioambiente. Como empresa dedicada a la fabricación de embalaje de protección sostenible, nuestro objetivo no solo es garantizar productos de alta calidad para nuestros clientes, sino también reducir al mínimo nuestro impacto ambiental. 

Es por ello que hemos decidido dar un paso más allá en nuestro compromiso con la sostenibilidad. Recientemente, hemos implementado una instalación fotovoltaica en nuestras instalaciones, lo que nos permite aprovechar al máximo la energía solar y reducir significativamente nuestra huella de carbono. En este post, compartimos los detalles de este proyecto, que refuerza nuestra misión de proteger tanto los productos de nuestros clientes como el planeta.

Un paso decisivo hacia la energía limpia

Con la instalación de placas solares en nuestras instalaciones, hemos dado un paso clave hacia la autosuficiencia energética, alineándonos aún más con nuestros valores y nuestro propósito de fomentar una economía circular y respetuosa con el entorno.

La instalación fotovoltaica que hemos implementado tiene una potencia nominal de salida total de 100 kW y una potencia pico de 100,11 kWp. Esta infraestructura está compuesta por 213 módulos solares de última tecnología, distribuidos uniformemente sobre nuestra cubierta. Cada módulo tiene una potencia pico de 470 Wp, lo que asegura una producción óptima de energía incluso en condiciones de alta temperatura, gracias a los bajos coeficientes de temperatura de los paneles.

Un sistema fotovoltaico de alta eficiencia

El diseño y la instalación de nuestro sistema fotovoltaico ha sido cuidadosamente planificado para garantizar la máxima eficiencia energética sin comprometer la estética ni el entorno. Para ello, se han utilizado módulos de tonalidad oscura, integrados discretamente en la cubierta de nuestras instalaciones. Además, el vidrio de los paneles cuenta con un tratamiento antirreflectante, conocido como “AR coating”, que minimiza la reflexión de la luz y maximiza la absorción de radiación solar. Esto no solo optimiza la producción de energía, sino que también garantiza que no se produzcan deslumbramientos o molestias visuales en el entorno adyacente.

El inversor fotovoltaico instalado tiene una capacidad de 110 kW, aunque la salida está limitada a 100 kW para ajustarse a las necesidades de nuestras instalaciones y al cumplimiento normativo. Este inversor inyecta directamente la energía generada al cuadro general de baja tensión de nuestra red interna, lo que permite un uso eficiente y seguro de la energía solar producida.

Un proyecto en armonía con el entorno

Uno de los aspectos más destacados de esta instalación es su diseño respetuoso con el entorno. Los módulos fotovoltaicos están perfectamente alineados con la cubierta de nuestra nave, sin elevarse más de 15 centímetros sobre la superficie de soporte. Esta disposición garantiza que la instalación no sobresalga del volumen aparente de la cubierta, minimizando cualquier impacto visual.

Además, todos los elementos auxiliares de la instalación, como los inversores de corriente y los cuadros de baja tensión, se encuentran en el interior de nuestras instalaciones, dentro de un cuarto técnico. De este modo, la infraestructura no es visible desde el exterior, lo que contribuye a mantener la estética limpia de nuestro entorno.

 El cableado también ha sido cuidadosamente canalizado y marcado para integrarse de manera discreta tanto en la cubierta como en el interior del edificio, asegurando que el impacto visual de la instalación sea nulo.

Producción de energía en tiempo real

Uno de los grandes beneficios de esta instalación fotovoltaica es que la energía producida se inyecta a la red en el mismo momento en que se genera. Esto no solo optimiza el aprovechamiento de la energía solar, sino que también garantiza que nuestra instalación no genere interferencias en la red eléctrica. Para ello, se han integrado una serie de elementos de protección y adaptación de energía que aseguran que el sistema funcione sin interrupciones y que nuestra instalación fotovoltaica esté protegida contra posibles defectos provenientes de la red.

El uso de cables especializados y la adecuada canalización del cableado de corriente continua (DC) y corriente alterna (AC) aseguran un funcionamiento eficiente y seguro del sistema. Todos estos elementos han sido diseñados y ejecutados para cumplir con los más altos estándares de seguridad y eficiencia energética.

Un futuro más sostenible

En Brafim, creemos que las empresas tienen una responsabilidad no solo con sus clientes, sino también con el planeta. Al adoptar prácticas sostenibles en nuestra producción y operaciones diarias, estamos contribuyendo a la construcción de un futuro más verde para las futuras generaciones.

La instalación fotovoltaica es una demostración de nuestro compromiso con la sostenibilidad y la innovación. Gracias a la implementación de esta tecnología, esperamos reducir significativamente nuestras emisiones de CO₂ y, al mismo tiempo, promover el uso de energías limpias y renovables. 

Seguiremos trabajando para mejorar nuestras prácticas y fomentar el uso de energías renovables, avanzando hacia un futuro más sostenible.